La noche cae el sol se esconde y la luna reaparece. Suena el viento como dulce melodía acompañado de silenciosos acordes de los cipreses vigilantes.
Se escucha un aleteo acompañado de un graznido, aparece un alma en pena, con mirada transparente y lágrimas de cristal mirando a su alrededor con gran desconcierto.
Se oyen unos pasos entre los gigantes verdes, una dama aparece de blanco vestida, un graznido se oye, un cuervo vuela.
Dama mira al alma en pena, el cuervo se posa en su hombro, dama besa al cuervo y el cuervo mira a dama.
Dama y cuervo son uno, como dos amantes de la mano cogidos siguiendo su destino, el alma mira a dama y dama mira al alma en pena.
El cuervo vuela hacia el desdichado, entre las cruces este vuela a su alrededor y se pierde en la oscuridad teñida de blanco por la madre luna.
El alma en pena llorando lo sigue, mientras dama con sus manos hacia el extendidas llora, en la fría noche su amor desaparece y dama se esfuma entre una cortina de humo.
El cuervo mira atrás, mientras para el, piensa:
Pobre alma en pena que no a reconocido a su buena y bien amada pobre dama, esperando el momento para ser ignorada, pero lo que no saben que su destino se cumplirá y ni después de la muerte el amor de sus corazones jamas olvidaran.
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