lunes, 11 de febrero de 2013

POESIA DEL DIA A DIA

EL CUERVO Y LA MUERTE

Hoy, al despertar, miró a su alrededor…
Sensación extraña recorría su recién curado corazón.

Ruidos apagados llegaban a sus oídos
y la estela que esa mujer deja al pasar,
cada terminación nerviosa hizo excitar.

Con mirada pérdida en el horizonte,
alzó el vuelo con sus alas negras y el susurro de su amor,
sonando en su alma al compás.

Mirando la ciudad, ese cuervo observaba la triste realidad,
en su pensamiento una verdad.

Sordos están aquellos que no oyen,
el sonido de la angustia de tantas familias abandonadas.

Ciegos están aquellos que no ven destrozadas sus vidas y las de los demás,
por aquellos, que ellos mismos eligieron como los manda mas
de su utópica sociedad.

Cobardes son sí se sienten desnudos de palabra y de razón,
pues el silencio no da sólo desprecio,
sino también una falsa aprobación.

Locos aquellos que viven a expensas de los demás,
y no les importa cuantas vidas destrozar, para su cartera llenar.

Gente sin casa, toda la vida como esclavos,
tratando de un hogar poder tener
y ahora ven como sus hijos no tienen casi nada que comer.

La Semana Santa pasó, miles de personas a la calle salieron
esperando el poder ver la imagen de su Dios,
la imagen de la inmaculada madre de éste y a su hijo,
que se sacrificó por enseñarnos lo que es el verdadero amor.

Vergüenza ah de sentir ese Dios que ve,
como visten a su imágenes con ropas de seda e hilos de oro
mientras que muchos se quedan en casa rezando
por una ayuda que les permita poder vivir sin temor.

Ese cuervo vuela la ciudad, la realidad brilla en sus ojos,
la impotencia le hace la agonía sentir.

A lo lejos, un grupo de personas juntas observan un féretro
y esa mujer que deja esa estela ronda a su alrededor,
el cuervo la mira y ella lo mira a el
sus pensamientos se funden en uno sólo.

MUERTE - Éste es el destino de todo aquel que en la tierra vive,
pena me da llevarme a los que por hipócritas ambiciosos,
provocan que a estas personas, que no es su momento,
tenga que venir a buscar.

CUERVO - No se dan cuenta, que el dinero, la ambición, sus coches, sus riquezas,
no evitarán del día en que tú, mujer, tendrás que venir a buscarlos,
mientras ellos viven a expensas de los caídos.

MUERTE – Tu, cuervo salvas almas de mi, y no te guardo rencor,
pues sí gracias a ti comprenden su camino
es la mejor opción para vivir con alegría en su corazón.

CUERVO -Es una pena lo que vemos,
pues en el ser humano se encuentra una capacidad de destrucción tremenda
e igual de poderosa que su capacidad de crear y de mejorar
pero ésta, escondida está.

MUERTE - Llegará el momento que se den cuenta de su error,
pues en manos de la madre naturaleza está el enmendar sus errores.

CUERVO - Así es, mientras sigamos nuestro camino,
tu, encargada de llevarte a los que llegan a su momento,
apagando la llama de la vida.

MUERTE -Y tú, cuervo sigue volando,
salvando de sus tristes destinos, a aquellos que, de corazón, quieran vivir,
pues esos, la salvación habrán hallado.

Con una mirada la muerte y el cuervo se alejan,
sabiendo que un día ambos se juntaran… para el último camino,
el último vuelo recorrer juntos,
pero mientras guardan una esperanza,
que está sociedad cambie y en silencio, deje de llorar,
con una sonrisa que a los siete vientos haga envidiar.

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