EL
CUERVO Y LA MUERTE
Hoy,
al despertar, miró a su alrededor…
Sensación
extraña recorría su recién curado corazón.
Ruidos
apagados llegaban a sus oídos
y
la estela que esa mujer deja al pasar,
cada
terminación nerviosa hizo excitar.
Con
mirada pérdida en el horizonte,
alzó
el vuelo con sus alas negras y el susurro de su amor,
sonando
en su alma al compás.
Mirando
la ciudad, ese cuervo observaba la triste realidad,
en
su pensamiento una verdad.
Sordos
están aquellos que no oyen,
el
sonido de la angustia de tantas familias abandonadas.
Ciegos
están aquellos que no ven destrozadas sus vidas y las de los demás,
por
aquellos, que ellos mismos eligieron como los manda mas
de
su utópica sociedad.
Cobardes
son sí se sienten desnudos de palabra y de razón,
pues
el silencio no da sólo desprecio,
sino
también una falsa aprobación.
Locos
aquellos que viven a expensas de los demás,
y
no les importa cuantas vidas destrozar, para su cartera llenar.
Gente
sin casa, toda la vida como esclavos,
tratando
de un hogar poder tener
y
ahora ven como sus hijos no tienen casi nada que comer.
La
Semana Santa pasó, miles de personas a la calle salieron
esperando
el poder ver la imagen de su Dios,
la
imagen de la inmaculada madre de éste y a su hijo,
que
se sacrificó por enseñarnos lo que es el verdadero amor.
Vergüenza
ah de sentir ese Dios que ve,
como
visten a su imágenes con ropas de seda e hilos de oro
mientras
que muchos se quedan en casa rezando
por
una ayuda que les permita poder vivir sin temor.
Ese
cuervo vuela la ciudad, la realidad brilla en sus ojos,
la
impotencia le hace la agonía sentir.
A
lo lejos, un grupo de personas juntas observan un féretro
y
esa mujer que deja esa estela ronda a su alrededor,
el
cuervo la mira y ella lo mira a el
sus
pensamientos se funden en uno sólo.
MUERTE
- Éste es el destino de todo aquel que en la tierra vive,
pena
me da llevarme a los que por hipócritas ambiciosos,
provocan
que a estas personas, que no es su momento,
tenga
que venir a buscar.
CUERVO
- No se dan cuenta, que el dinero, la ambición, sus coches, sus
riquezas,
mientras
ellos viven a expensas de los caídos.
MUERTE
– Tu, cuervo salvas almas de mi, y no te guardo rencor,
pues
sí gracias a ti comprenden su camino
es
la mejor opción para vivir con alegría en su corazón.
CUERVO
-Es una pena lo que vemos,
pues
en el ser humano se encuentra una capacidad de destrucción tremenda
e
igual de poderosa que su capacidad de crear y de mejorar
pero
ésta, escondida está.
MUERTE
- Llegará el momento que se den cuenta de su error,
pues
en manos de la madre naturaleza está el enmendar sus errores.
CUERVO
- Así es, mientras sigamos nuestro camino,
tu,
encargada de llevarte a los que llegan a su momento,
apagando
la llama de la vida.
MUERTE
-Y tú, cuervo sigue volando,
salvando
de sus tristes destinos, a aquellos que, de corazón, quieran vivir,
pues
esos, la salvación habrán hallado.
Con
una mirada la muerte y el cuervo se alejan,
sabiendo
que un día ambos se juntaran… para el último camino,
el
último vuelo recorrer juntos,
pero
mientras guardan una esperanza,
que
está sociedad cambie y en silencio, deje de llorar,
con
una sonrisa que a los siete vientos haga envidiar.
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