Cuando la tristeza asoma, el alma se ablanda, no hay vida, no hay sonrisa sólo melancolía.
Sensación que nos ahoga, que nos inunda, sensación que el tiempo cura, que con las horas cambia a un ritmo lento pero seguro.
Un hecho que no es ilusión sí no una realidad.
Cuando veas tú alma llorar, mira en tú interior, busca en ella, que aunque lloré la luz que guíe tú camino.
El viento soplara versos en tú oído, que te harán recordar que cada día puede salir el sol y que nunca llueve eternamente.
Como la sabía naturaleza, llega el invierno todo se seca, pero siempre vuelve la primavera que la vida hace resurgir.
No hay mal sin un bien, no hay dolor sin sonrisa, no mires el por que, sólo aceptalo, no huyas de un ayer, vive para un mañana con lo aprendido, lo pasado pasado está y lo nuevo te espera para despertar.
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