CABALLERO BLANCO, SEGUNDA PARTE.
Cuentan las gentes que durante cinco años vieron tú cabalgar, luchando contra bandidos y dragones venciendólos como a simple roedores.
Solo los niños tus ojos han visto únicos a los que dejabas a rimar, un angel para los buenos y demonio maldito para los malos.
En tú viaje sobre tú blanco corcel junto a la orilla del mar, fuiste dando caza a esos caballeros, que dando muerte a tú amor te rompieron el alma y tú corazón, uno tras otro fueron cayendo asta que el último a tus pies desapareció, al clavar tú espada en su negro corazón.
Cuentan las gentes que las gracias a ti dieron y como un héroe a tus pies al pasar pétalos de rosas echaban sin césar, con tú espada mostrarte tú fuerza, con tú voz tú bondad, con tú armadura tú resistencia, con tus manos la verdad, con tú corcel tú temperamento, y con tus mirar tu eterna compasión.
Cabalgando llegaste asta la playa de los caídos, donde años antes, grandes batallas se contaron por mil. Fue amanecer y el blanco yelmo te quitaste, el mar se estremeció y los vientos se detuvieron al contemplar unos ojos verdes como el esmeraldas y un pelo rubio como el sol.
Pues lo que todos desconocían, era que el caballero blanco nunca fue un hombre sí no que siempre fue toda una mujer.
Una sombra en el suelo apareció lentamente, forma tomo asta convertirse en un negro dragón, tú te distes la vuelta y lo miraste y el dragón en tú mirada sus ojos clavo, así hablo.
Tú caballero blanco, tú leyenda a llegado asta por todo el mundo y su con fin, as viajado por el buscando mis caballeros negros, bien sabes quién soy, soy el mal en persona aquel que dar muerte a tú amor ordenó, hoy eh venido en persona a luchar contra ti.
El caballero se volvió a poner el yelmo blanco, tomando su espada entre sus manos, mientras el dragón rugió de furia, de su boca surgió bocanadas de fuego, el caballero con su espada esquivó, uno a otro se atacaban y ambos rápidos se contrarrestabam.
La lucha duro cuarenta días y cuarenta noches, ambos en la arena exhaustos se encontraron, el dragón se alzó en un último ataque el caballero rendido se levanto, tomando su espada se preparó.
De la boca del dragón un fuego infernal salió y el caballero atacó atravesando las llamas con su armadura al rojo vivo mientras su piel se quemó, llegó está el y con su espada la garganta le atravesó.
Cuentan las gentes que vieron al caballero en pie, este se dio la vuelta mirando al mar y una lágrima por su amor dejó derramar, acto seguido al suelo inconsciente se derrumbo.
Para sorpresa de los presentes el mar subió en plena luz del sol asta alcanzar el cuerpo del caballero que lentamente de la tierra se llevó.
Cuenta la leyenda que en el fondo del mar, en algún lugar descansa el cuerpo del caballero en un largo descansar, vestida de blanco con las heridas curadas porta en su manos encima de su pecho la espada lunar y de rodillas rozando su cabeza como un guardián la armadura blanca que espera el momento de que el mal regresé y el caballero de su sueño vuelva a despertar.
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